La sartén de hierro fundido es el extra que le falta a tu cocina

Por: Asier G. Morato

Puede sonarte algo anticuado, sobre todo si presumes de cocina de inducción y sartenes de teflón, pero las sartenes de hierro fundido son el claro ejemplo de que lo nuevo no siempre es mejor. Son pesadas y requieren unos cuantos mimos pero eso no ha evitado que se pongan de moda en muchos círculos culinarios (especialmente en USA).

Pero ¿que tiene de especial cocinar con una sartén de hierro?

A primera vista pueden parecer algo caras , sobre todo si las comparas con las sarténes normales, pero el hierro fundido es tan resistente y duradero que, con un poco de mimo, lo más seguro es que no te vuelvas a comprar una sartén en tu vida. Te aseguro que no estoy exagerando, son casi indestructibles. Pero esta no es la única ventaja que les da el hierro fundido. Por la naturaleza del hierro, estas sartenes no necesitan ningún tipo de antiadherente artificial puesto que ya desarrollan uno natural por si mismas. Esto ocurre gracias a que, por su naturaleza porosa, el hierro absorbe parte del aceite con el que se cocina sobre él para después crear una capa protectora. De ahí que una sartén de hierro no sólo carezca de sustancias tóxicas como PFOA y PTFE si no que además aportan hierro dietético a los platos que se preparan en ella. El hierro también les confiere unas cualidades térmicas únicas. Pueden alcanzar grandes temperaturas sin quemarse (por lo que sirven de grill) y conservan el calor durante más tiempo. Por el otro lado suelen tardar algo más en calentarse de forma completa, aunque con la inducción la diferencia es mínima. Por último, son tan versátiles que se pueden usar en todo tipo de fuegos: inducción, gas, vitrocerámica e incluso el propio horno o una barbacoa. Por no hablar de lo bonitas que quedan en la mesa o lo fotogénicas que resultan. ¿Cuál es el pero?

Como todo en esta vida, las sartenes de hierro fundido también tienen sus pequeños peros. El material hace que resulten mucho más pesadas, lo que puede resultar algo incómodo. Además, por culpa de la película antiadherente natural que generan, no se pueden lavar en el lavavajillas y requieren un cuidado especial.

Aunque no se encuentran tan fácil como otras sartenes lo cierto es que existe una gran variedad en el mercado. Puede que no las encuentres en todos los supermercados, pero muchas tiendas de menaje suelen tenerlas a la venta. Y si no siempre puedes recurrir a Amazon.

En cuanto a marcas, a día de hoy las más reconocidas con la estadounidense Lodge y la francesa Le Creuset. Ambas tienen todo tipo de modelos, desde sartenes de crepes y grils hasta woks y paelleras pero para empezar es mejor ir a por una sartén de hierro fundido básica de 20 cm.


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